Felicidad - Libertad

- Deberías buscarla.

- No, ¿para qué?

- No se, aún la amas, por eso deberías buscarla, decirle todo, tratar de ser feliz con ella, al fin y al cabo nunca se lo has dicho, sólo la dejaste ir y ella nunca lo supo. Sigue sin saber lo que tu sentías: que la amabas.

- Es mejor así.

- No, deberías buscarla, para que puedas ser feliz.

- No, Ella puede ser mi felicidad, pero muy seguramente yo no soy la felicidad de ella.

- Ja, ¿cómo sabes eso?

- Porque siempre que la veía estaba radiante, feliz y la mayoría de las veces yo no estaba con ella para brindarle esa felicidad. Debe estar con otro tipo, y el tipo la debe hacer muy feliz, ella se ve satisfecha, plena, radiante, y no me necesita para eso. Supongo que se deben complementar, al menos ella esta bien y feliz.

- Tal vez sería más feliz y radiante contigo.

- No lo se. Pero no voy a estropear la felicidad de ella, cuando amas a alguien deseas que sea feliz a todo costo, así no sea contigo, esa es la libertad de elegir con quien y como ser feliz, ella eligió al otro tipo, no a mi.

- Mmm, es tu decisión, pero pienso que deberías intentarlo.

- No, es mejor así. Deseo que sea libre y feliz, al fin y al cabo es lo que cada ser humano más busca en este planeta: felicidad y libertad. Ella las tiene, y yo no quiero arrebatarle eso ahora.


Mientras tanto en la guitarra de Eric Clapton sonaba I Can't Stand It, algunas botellas de Club Colombia seguían sobre la mesa y se iban vaciando lentamente. Afuera llovía y ella debía estar con otro tipo en algún lugar de esa inmensa ciudad y era feliz a pesar de la lluvia.







Hasta la próxima.

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