Escribir

...
- ¿Y para quién escribes?

- No se, para el que quiera leer. Mejor dicho, no escribo para que me lean; bueno es decir, si; el que quiera leer pues que lea, pero escribo por otra cosa.

-¿Por qué?

- Hace años la vida es como una presión, a veces la siento encima, como un demonio, como la conciencia, como una piedra, es pesada y me ahoga; hay momentos que no es así, que me siento bien, libre, que respiro tranquilo y voy feliz, pero a veces no y es ahí cuando la vida se hace fatigosa, incómoda, casi insufrible.

-¿Y entonces?

- Nada, pues que he encontrado algunas cosas que me ayudan con esa presión, con ese desasosiego.

La primera fue el fútbol y sigue siendo la libertad máxima, la mejor de todas, es algo que no puedo explicar bien, pero me funciona, de maravilla, el fútbol es una vida resumida, siempre me había gustado, pero luego de pasar la pubertad, las ganas de jugar, de aprender más se dispararon, además el fútbol me ha dado algunos de mis mejores amigos, el fútbol destapa la sinceridad, no se puede jugar al fútbol fingiendo.

Luego descubrí el poder de la lectura, de los libros; es raro, no fue en el colegio o en la niñez, ya estaba hecho, tal vez mal hecho. El hecho es que empecé a leer por curiosidad, por ocupar la cabeza y pensar en otras cosas, porque de verdad la vida parecía pasarme por encima, y los libros estaban allí y son un viaje, una introspección, un examen propio muy exhaustivo que ayuda mucho, dan muchas armas, generan amor, tristeza, dolor, en fin, son un escalera hacía la libertad que muchas veces no tenemos.

Por último descubrí la posibilidad de escribir, lo cual es mucho más difícil que leer, porque requiere que el que escribe se critique muy bien, que se examine hasta el cansancio, aún más que leer, el que escribe tiene que enfrentarse no solo con lo que lo hace feliz o triste, sino con todas aquellas cosas que tiene adentro que no le agradan o que odia de si mismo, es realmente difícil.

- Ya veo, pero aún así es raro que alguien escriba sólo para eso.

- No es raro, es más, creo que la mayoría de los que escriben sienten cosas similares, plasman con letras muchas cosas que con actos o hablando no pueden o no quieren, es más fácil así. Muchos se vacían al escribir de cosas que los atormentan o les pesan.

Para mi es como una válvula de escape, me sirve para aprender, para cuestionarme y para quitarme presión de encima.

- ¿Y quién te lee?

- Algunas personas, amigas o amigos y mis hermanos, creo que son pocos y algunas cosas les gustan. Aquellas cosas que más me ha costado sacar para escribir son las que más les gusta, supongo que es porque termina uno desnudando una parte de su alma para otros.

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Hasta la próxima.










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