Una letra es una historia

...

— ¿Y qué es lo que sucede, por qué lloras?

— Porque debo contar una historia.

— Pero según entiendo debe ser corta.

— Si, pero ya no tiene sentido.

— Pero una historia puede ser tan corta como tu quieras.

— Pero ya no tiene sentido, ya me la hicieron dañar.

— No necesariamente, la historia la haces tu, puede ser tan corta como tu quieras, por ejemplo tan corta como una letra.

— No, no se puede.

— Si se puede, por ejemplo, imagina una historia que sólo tiene a la letra H, sólo la letra H, nada más. Es una historia muy corta y tiene sentido.

— No, no se puede, no tiene sentido.

— ¿Y por qué no?

— Porque la H no suena, es muda.

— Mmm, es cierto, pero podemos verlo de otra forma; mira, como la H es muda, entonces es una historia que no puede ser contada, porque la H no suena. Y aún así es una historia.

— Si, eso si es cierto.

...




Otra vez, (como en muchas otras ocasiones) la idea y la conversación es gracias a la pequeña pero sabia Camila.





Hasta la próxima.

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